Desarrollo físico y mental de un niño de 4
años de edad
El niño de 4 años es más independiente. Se siente capaz, y
lo es, de controlar su propia fuerza seguridad. Le gusta sentirse parte de las
tareas domésticas y se ocupa de sus propias cosas. Consigue lavarse las manos y
el rostro, guardar su propia ropa, arreglar las sábanas de su cama, cepillar
los dientes, y recoger sus juguetes en la habitación y todo ello…¡él solito! Se
relaciona muy bien con sus amiguitos y le encanta invitarlos a su casa.
Puede subir y bajar las escaleras con más facilidad, participar
en juegos de competición, y siempre se encontrará dispuesto para jugar a lo que
sea. Demuestra sus preferencias en cuanto a la ropa, el peinado, la comida y
los amigos.
En su nivel de pensamiento se percibe una evolución, ya que
puede clasificar los objetos y los materiales por color, forma o número. Pero
no sólo eso, sino que ya se ubica en el espacio y comprende las nociones
-fuera-, -dentro-, -arriba, -abajo-. Asimismo, también narra experiencias de la
vida cotidiana y lo hace con mayor fluidez y mejor pronunciación.
A los 4 años, comienzan los desafíos
A esta edad, el niño presenta una inestabilidad en sus
emociones. Se ríe y llora sin una razón aparente, y eso provoca que vuelva,
alguna que otra vez, a las rabietas de los dos años. Quiere imponer sus deseos
desafiando a sus padres. El niño de cuatro años va a sentir una preferencia
especial por su madre si es niño, identificándose con el padre y compitiendo
con él por su madre. Sin embargo, la niña mostrará debilidad por su padre y
actuará de igual manera que el niño.
Es una etapa en la que los padres deben tener muchísima
paciencia, tacto y control de la situación. No nos olvidemos que estamos
tratando con un niño pequeño, que tiene una capacidad de comprensión muy
limitada y somos nosotros, los padres, los que debemos enseñarles, poco a poco.
Aparte de eso, comenzará con los por qués. Buscará respuestas y conviene
responderle siempre con la verdad. Al responder a un niño, le estamos enseñando
apensar y le estamos ayudando a formar las bases de su visión del mundo.
Cómo enseñar a los niños los números
Paso a paso
- Escribe los números en tarjetas y ponlos revueltos en una pila y boca abajo, para jugar con el niño a que coja una tarjeta al azar y trate de adivinar qué número es. Cuando acierte hay que felicitarlo y demostrarle que lo está haciendo muy bien, para estimularlo.
- Intenta que el aprendizaje sea lo más natural posible y no dé la impresión de ser una tarea más. Por ejemplo, puedes preguntar a la hora del cuento por el número de figuras que se ven en las ilustraciones.
- Aprovecha las situaciones cotidianas para que el niño haga sus propios razonamientos y repase conceptos. Por ejemplo, pedirle a la hora de poner la mesa que ponga tres cucharas, indicando tres dedos de la mano para ayudarle a comprender, o pidiendo una cantidad exacta de otra cosa durante cualquier otra situación.
- Juega a hacer la compra, con monedas y productos de juguete. Al principio puedes hacer que cada moneda valga 1 y que por cada una se pueda adquirir un producto, y cuando haya aprendido a contar lo más básico, puedes ir complicando el juego y usar monedas con distintos valores: una moneda con un 2 vale por dos productos, y así sucesivamente.
- Las canciones son un gran método para enseñar cualquier cosa a niños pequeños, porque se divierten y aprenden sin darse cuenta. Si no sabes ninguna canción infantil para aprender los números, siempre puedes preguntarle a tus padres o abuelos, o incluso recurrir a Internet.
- Más que como solución o sustitutivo, los juguetes didácticos pueden ser un buen complemento a la enseñanza que le estemos dando a nuestros hijos. En cualquier juguetería podrás encontrar juegos y muñecos pensados especialmente para enseñar los números a niños de estas edades, y que siempre pueden ser un buen recurso. Pero sobre todo procura que no sea un juguete aburrido.
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